Una casa para el fotosensible
Concurso internacional "A house for..." de la plataforma Opengap en el 2015
Bases del concurso: diseñar un espacio para un habitante, en una locación cualquiera, un sujeto cualquiera.
Autores: Iberbuden Santiago - Venturini Carmen - Zapata Mariana - Cuestas Gonzalo - Muñoz Braian
Memoria descriptiva: Una casa para el fotosensible
Existen distintas patologías que afectan a la piel, algunas de las cuales llegan a situaciones extremas con el individuo que la padece. Algunas de origen congénito y otras productos de alergias al contacto directo con la luz solar. Nuestra intervención a está dirigida a ellos.
Al momento de diseñar es común generar aberturas en los planos que conforman los espacios para permitir el ingreso de la luz, siguiendo nuestra idea, es necesario que generemos dispositivos y mecanismo para controlar este espectro de luz, de esa manera protegemos al usuario del contacto directo sin privarlo de un nivel de iluminación necesaria para una buena calidad de vida y desarrollo psicológico óptimo.
Llegamos a la conclusión de que el lugar adecuado para la implementación y uso de estos dispositivos debía ser un espacio que esté protegido del ingreso de luz solar directa. En la búsqueda de un entorno apto para estas condiciones, encontramos una cueva subterránea ubicada en Waitomo, región de Waikanato al norte de Nueva Zelanda, que se caracteriza por la presencia de un gusano luminiscente que habita en las paredes. Esto amplió nuestra visión guiándonos a la investigación de materiales que pudiesen servir de complemento para los dispositivos, nos pareció adecuado incorporar aquellos minerales con características luminiscentes y fosforescentes porque coinciden con las características de las cavernas.
Entendemos que debemos tratar a la luz como "fluido" que abarca la totalidad del espacio si la misma no es controlada, el fuerte de nuestro concepto es se basa en la forma y el cómo los artefactos ubicados en la parte superior del recinto impiden y a la vez permiten que la luz ingrese pero de forma tamizada, difusa y reflejada, de esta manera los artefactos adquieren un protagonismo por sobre la propuesta.
A partir de esto desarrollamos cuatro artefactos distribuidos en cuatro situaciones espaciales, esto otorga cualidades únicas entre sí a los distintos sectores. A esto se suma la preexistencia de los organismos foto-luminiscentes que ya desarrollamos anteriormente, formando otro recinto iluminado por gusanos.
En el primer sector encontramos "El Bosque" donde el sujeto puede estar en contacto con la naturaleza y un ambiente ventilado que permita al individuo el cambio del "adentro" al "afuera". La presencia de la vegetación actúa como tamiz de la luz solar evitando el contacto directo con la misma que ingresa por un orificio circular ubicado en la parte superior del espacio.
En segundo lugar encontramos "La Raja" espacio donde se combina en tres formas distintas el uso del mineral, la luz ingresa y marca un recorrido, primero interactúa con el mineral reflectante que la direcciona hacia el mineral difusor. Ayuda a crear una atmósfera de luz tenue y uniforme, como tercer paso el mineral fosforescente recibe esta luz para acumularla y de noche devolverla al ambiente, aquí es donde el usuario puede pernoctar o hacer aquellas actividades que abarquen mayor franja horaria.
En tercer lugar se encuentra "El Humedal" espacio que reúne las características bioclimáticas necesarias para el crecimiento y desarrollo del Sprecelumbricas Luminosa generalmente conocido como gusano gigante luminoso de Skathan. Ésta es la preexistencia mas determinante de la cueva. Por ello el recinto principal a donde uno arriba mediante el rio subterráneo para luego dirigirse a los distintos sectores. La iluminación se da por bioluminisencia de los invertebrados y la presencia de las algas bioluminiscente de agua dulce.
En cuarto lugar encontramos "El prisma" elemento de hormigón armado que por su forma y condiciones controla el ángulo del ingreso de la luz solar hacia una serie de placas de mineral acumulador de la térmica ubicadas sobre uno de los laterales del recinto, mediante una perforación en su cara superior permite la iluminación de forma clara pero indirecta. Aquí el usuario desarrollará actividades de permanencia con el debido confort térmico.
En el quinto caso "El Embudo", artefacto que se compone de dos capas minerales, la interior reflectante recibe la luz y la disparse, dirigiendo la luz a las placas cóncavas que a su vez la reflejan al agua, iluminándola de manera que defina el recorrido y llegue hasta las algas bioluminiscentes que la absorberán y conservarán para luego devolverla al ambiente, convirtiéndose en lámparas naturales. La cara exterior del embudo reviste de material fosforescente, que luego de acumular luz durante el día iluminará de noche el espacio, el cual recorre y utiliza para el "Cultivo del cuerpo"
